sábado, 30 de enero de 2016

Otro año pasa

Os cuelgo mi última columna para el Diari de Santa Coloma (nº 379), una divagación como otra cualquiera sobre el paso del tiempo con la excusa del inicio de un nuevo año. Y, por si os pareciera excesivamente denso, este número incorpora mi relato Ritmo de la noche cerrando la sección de cultura a toda página, una boutade porque yo lo valgo (pinchad en el enlace y ya me diréis).

OTRO AÑO PASA


El tiempo va pasando y todos nos recordamos de manera benévola. Éramos más altos, más guapos, desde luego más delgados. Éramos jóvenes o no tanto, pero siempre menos mayores.
En las fotos nos afeaban las gafas o las ropas, lo efímero de las modas, el ambiente de los lugares baratos en los que esparcíamos nuestro ocio de proletarios. Ocurría incluso después, cuando, con más medios, seguíamos siendo austeros, sin duda por la fuerza de la costumbre. En las más viejas aún persisten las resacas de la postguerra, los grises del franquismo, el grano de cámaras malas con malos objetivos y peores películas fatalmente reveladas. Éramos pésimos actores, aunque protagonistas sinceros.
A estas alturas de la vida uno echa la vista atrás y se reconoce y tiene que dejar de mentirse y admitir lo que se es, lo que no se pudo ser, lo que tal vez no se pueda llegar a ser. Ser o no ser, si la mala suerte no se cruza en tu camino.
Se ve uno rodeado de rostros de fantasmas con nombres que no inquietan, puesto que forman parte del fantasma que cubres con las sábanas del día a día de los días anodinos o no tan anodinos. Recrean días de gloria las más de las veces las imágenes del pasado, que se hace presente cuando lo recobras por unos minutos, y te genera rechazo, ternura, una sonrisa condescendiente, cosquilleo de vísceras, vacío o lágrimas agridulces. Son esas fotos los eslabones de una cadena de vidas fingidas o de vidas vividas, o de vidas imaginadas por estar impresas en un papel o en un mapa de bits. La instantánea de lo que sólo fue instante o poso tierno de lo que fue reconfortante.
A estas alturas hace uno examen de conciencia y no duda de que lo pasado, pasado está, y de que lo que esté por venir puede no ser mejor pero sí más liviano. Uno es más sabio o menos cándido. Uno lima su ambición y la encubre y se resigna y sabe refugiarse en el mutismo y en la pose ensayada y puesta a prueba cien veces, mil veces o más. Uno ha vivido varias vidas, o las ha conocido, o las ha intuido. Con eso basta para llenar los espacios vacíos, los silencios, para disfrazar las cicatrices e inocularse ante las dudas. Ya no se zozobra, se economiza en el gesto y la palabra. Hasta se puede mirar por encima del hombro sin ofender por ello. También se registran los amores tenidos o anhelados, las muescas en el alma, que no es más que el desván de la memoria o el vestidor de la conciencia.
Y así, el que comienza, puede que tampoco sea un mal año.

 

martes, 19 de enero de 2016

Galerades corregides i l'argument desvetllat

Doncs això, que ja he corregit les galerades de La muerte de Naim. Gran feina la de Stonberg, extraordinàriament professional (el manuscrit estava força "net", tot sigui dit).
La compaginació inicial ens ha llegat un llibre de 301 pàgines. Poques o moltes? Ja ho decidireu quan el llegiu. Potser us semblarà que ni en sobren ni en falten, així l'hauria clavat, oi?

Us faré un breu avenç de l'argument:


Marc Vidal és un jove inquiet que viu amb una dosi de mala consciència el seu aparent èxit empresarial i personal. La convivència amb la seva parella se n'ha ressentit i ha començat a beure i a fumar la marihuana del seu amic Manel, a la par que ha encetat una relació amb una atractiva dona més gran que ell. La investigació de la mort d'un camell marroquí amb qui havia mantingut tractes, en la que es veurà embolicat gairebé sense haver-s'ho proposat, esdevindrà l'excusa per dotar d'un cert sentit la seva vida. Les seves pesquisses per la perifèria de la Barcelona posolímpica treuran a la llum tot un catàleg de misèries humanes i materials, de mentides, venjances i corrupteles, fins a descobrir els responsables d'una trama criminal que haurà provocat noves víctimes i haurà posat en perill la pròpia vida del protagonista.

viernes, 8 de enero de 2016

Any nou, nou llibre a la vista!


Amigues i amics que em seguiu, tinc el plaer de comunicar-vos oficialment que el proper mes de març es publicarà el meu nou llibre, La muerte de Naim, dins del catàleg de l'editorial Stonberg.
Estic molt emocionat i expectant, doncs es tracta de la primera novel·la negra genuïnament colomenca, un retrat social i psicològic de la ciutat en el marc de la Barcelona postolímpica i de l'arribada de les primeres onades d'inmigració extracomunitària.
També m'il·lusiona gaudir de la col·laboració de dos grans amics colomencs, en Joan Guerrero i en Vicenç Llorca. Grans no només per l’amistat que hi tinc des de fa molts anys, sinó per la seva extraordinària carrera artística i professional i el seu immens reconeixement, en Joan com a fotoperiodista i en Vicenç com a poeta i assagista. Quin luxe!
Algú s’està preguntant per l’argument? De moment us diré que hi haurà sexe, droga i r&r.
Romangueu atents a properes entrades.

Gràcies Joan i Vicenç!